Jaime y el tránsfuga mantienen su pacto de intereses optimizado por el buen sueldo de sus compañeras y secretarias personales a cargo de los vileros y vileras.
¡Qué bien que todos los meses lleguen a casa 1600 € de tu compañera y que el único trabajo que haga sea el de pasearse por el ayuntamiento y por el pueblo sin el más mínimo pudor de tener un trabajo inmerecido y conseguido a expensas de la falta de ética de estos personajes más dignos de una opereta de Calderón que de representantes del pueblo!
Mientras tanto, la Vila sigue la misma suerte que el naranjo seco que hay al lado del mojón de la antigua carretera nacional 332 en Barberes. Sin ideas, sin proyectos creadores de empleo, La Vila ha vuelto a la UVI donde le espera destino idéntico que al pobre naranjo que se abandonó a su suerte como ocurre con este pueblo.
