El PP se ha salido con la suya. El Casino de La Vila cierra sus puertas. Un plan parcial aniquilará el edificio que ha dado nombre a nuestro municipio. El Casino era una muestra de identidad: nos ponía en el mundo del turismo de calidad diferente. No sólo teníamos la tercera sala de juego más importante de España -sólo nos superaba Madrid y Barcelona- sino también un restaurante de renombre y una sala de espectáculos, por donde han pasado los artistas más importantes de España.
Todo perdido por culpa de un PP incapaz, títere de los intereses de Gerardo Camps, conseller de Hacienda, que dio un préstamo de 6000000 de euros a la empresa gestora del casino y que ésta en lugar de relanzar el Casino de La Vila, lo gastó en la sala de Alicante y en los primeros 22 despidos.