30/5/10

Gustavo Vidal Manzanares: opinión sobre el Casino


EL VIEJO CASINO DE LA VILA… REFLEXIONES DE UN MADRILEÑO


Con mucha tristeza recibí en marzo el anuncio de la muerte del Casino de la Vila. Sí, muerte. Porque aquella roca de luz e ilusiones era algo vivo.


Poco importará eso a los ejecutivos panzones que hilvanan cuentas, cifras y resultados con la frialdad de un embalsamador. ¿Ciento veintiún trabajadores a la calle? ¡Y qué más da! El “dios mercado”, en su gula insaciable, reclama el sacrificio de estos hombres y mujeres.


Nada les preocupa sus noches en blanco anegadas de angustia, los recuerdos marchitos, la vida que siempre giró en torno a un trabajo con horario especial, con clientes especiales, con anécdotas especiales, con trabajadores especiales… nada inquieta al “mercado libre” cuando de machacar a personas honradas se trata.


Cinco años antes, el casino acogía a más de trescientos empleados. Pero un cálculo gélido—y posiblemente ilegal—determinó que había que echar candado y cadena al segundo hogar de docenas de trabajadores.


Así, cuentan, la gerencia comenzó a asfixiar el negocio. Suprimieron mesas de juego y apostaron por los casinos de Torrevieja y Alicante. La casa comenzó a gotear empleos, en una lenta pero premeditada hemorragia.


Al actual capitalismo sin alma poco le importa que un centro de trabajo encierre recuerdos, cruces de miradas que acabaron en matrimonio, rupturas, alegrías… me preguntó si este neoliberalismo ignora que algún día, ojalá próximo, puede comenzar a ser tratado con su misma crueldad glacial.


¿Y qué se oculta detrás de estas maniobras? Los trabajadores sospechan que el interés urbanístico, ese cáncer que ha enriquecido a tantos golfos mientras pudría nuestras instituciones y nos alejaba de una economía productiva y competitiva. ¡Cómo lo estamos pagando ahora!


Sí, el casino abarca mucho terreno que el Plan General acaba de recalificar. Se intuye que pronto se reabra el casino pero, eso sí, con una plantilla nueva y peor ganada. No en vano el ERE ha sido extintivo.


Y desde Madrid, con la distancia que facilita una buena perspectiva, también temo que eso ocurra. Estos trabajadores “ganaban mucho”, tenían “demasiados derechos”. Y el empresariado español es tan sumamente paleto e inepto que solo sabe incrementar sus beneficios en detrimento de los más débiles. “¡Qué inventen ellos, los extranjeros!” se decía en la España atrasada de hace décadas… “Que innoven ellos” repiten los empresarios españoles… ¿para qué pensar, trabajar, perfeccionarse, si el beneficio lo puedo mantener con mano de obra más barata, con la angustia, dolor e incertidumbre de hombres y mujeres honestos?


Como es lógico, el Comité de empresa no cree ninguna de las alegaciones de la gerencia. Lógico. ¿Quién puede confiar en los empresarios españoles cuando sabemos que el dinero vuela a paraísos fiscales, que el fraude a Hacienda es general, que el dinero negro representa el 25% del PIB?


De cualquier modo, la ignorancia es muy audaz y no faltarán quienes echen la culpa a Zapatero, como hacen con esta crisis mundial, fruto podrido del capitalismo más descarnado.


No conozco a los empresarios que gestionaban el casino de La Vila, por lo que no puede referirme a ellos directamente. Pero si me lo permiten voy a parafrasear al inolvidable Fernando Fernán Gómez para referirme, en general, a la clase empresarial española: “Una mierda, hombre, una puñetera mierda”.


Mucho ánimo a los damnificados del casino de La Vila, suerte ante los tribunales y que recibáis la justa indemnización, si es que aún queda equidad en España.


Y a la clase empresarial española, incapaz de generar empleo y riqueza para todos, subvencionada y golfa, de nuevo las palabras del maestro que tan bien la retrata: “Una mierda, hombre, una puñetera mierda”.


GUSTAVO VIDAL MANZANARES .·.


Esta opinión se merece una recapacitación por parte de los Vileros. Un amigo de Madrid, escritor, articulista, nos envia este artículo, donde pone a cada cual en su lugar. Cuántos vileros tendríamos que dar nuestra opinión sobre la pérdida del máximo atractivo turístico de la Vila, y permanecemos callados. Ánimos a todos y enviad opiniones a fotodenuncialavila@gmail.com