21/1/10

Los otros sí

Lo único que saben decir los tránsfugas y acompañantes es: "¿Por qué no lo hizo el cuatripartito en quince meses?"

Señores tránsfugas, no excusen su incompetencia con su habitual comportamiento infantil pero tan interesado de salir con que "los otros tampoco", sobre todo, por dos motivos:
  • Primero, no es comparable el tiempo que ustedes han gobernado -de forma legítima o comprada- con el tiempo que gobernó el cuatripartito (aunque proporcionalmente les superaron en mucho en cuanto a gestión y eficacia en cosas solucionadas y subvenciones conseguidas para La Vila y los vileros)

  • Segundo, eso de que los otros tampoco, para nada. Los otros sí. La enmarañada situación de los nuevos hoteles de la Vila empezó a ver luz, pero a ustedes parece que les gusten más las tinieblas. Y así en practicamente toda la gestión: llegaron y en esos pocos meses solucionaron el que ustedes no se sacaban de las manos (nuevo bulevar, Auditorio, escaleras mecánicas, aparcamiento playa, instituto nuevo, paseo marítimo, ...) y consiguieron nuevas ayudas y concesiones (reconstrucción murallas, Casa Juventud, Palacio de Justicia, ...) y todo eso, en pleno despegue de la crisis y sin aún ninguna ayuda -porque las de Zapatero cayeron muy a buena hora en sus manos, ¿recuerdan? Y ahora también se las estarán frotando por este segundo Plan E. ¡Qué pena que Camps a la Vila no da ni lo que debe -el supuesto maletín del tránsfuga: los 3.000 euros que deben del Auditorio!
Los asalta-alcadías de La Vila nos llevaron al desastre mayor de la historia, con obras de costes que superan siempre varias veces el precio de la licitación, como el caso de la piscina municipal inicialmente valorada en 1.8 millones de euros y al final 4,8 millones, ¡y lo que aumentará por el deterioro! Así todas las obras .... De haber continuado gobernando los socialistas la piscina estaría funcionando o muy próxima a poder hacerlo, pues las gestiones iban por buen camino, pero los tránsfugas vuelven a liarlo. ¿Será sólo por incompetencia?

Mientras tanto, nuestro pueblo se encuentra sumido en un desastre total, porque los once tránsfugas juegan a la gallina ciega, difamando y encondiéndose de las responsabilidades que desde la ilegitimidad de su gobierno tienen que asumir. Si tuvieran un poco de honor se irían a casa, pero sus supersueldazos les mantienen. Los frutos del asalto se tienen que aprovechar bien, pues su futuro se tambalea como el contenedor equilibrista de la imagen.